España, que llevó el tabaco de Cuba a Europa hace más de 500 años, comenzó este año con nuevas restricciones al hábito de fumar en lugares públicos.
Desde el primero de enero, quedó prohibido fumar en las oficinas, estaciones del subterráneo, autobuses y otros lugares públicos como centros comerciales.
Los bares y restaurantes mayores de mil cien metros cuadrados deberán tener áreas separadas para no fumadores.
España posee la segunda tasa más alta de fumadores después de Grecia.
Autoridades de salud del gobierno dieron a conocer que 50 mil españoles mueren anualmente víctimas del hábito de fumar.
A pesar de las quejas de algunos fumadores y propietarios de establecimientos comerciales, una encuesta indica que más del 70% de los españoles aprueba las nuevas restricciones.
El primero de enero también comenzaron a regir nuevas leyes contra el hábito de fumar, en Bélgica.