El violento clima, en Estados Unidos, ha traido un difícil comienzo para el 2006, con incendios forestales a lo largo de los sureños estados de Texas y Oklahoma e inundaciones y deslizamientos de lodo en California.
En Oklahoma, el gobernador Brad Henry solicitó al presidente Bush que declare estado de emergencia, en su Estado, donde los incendios avanzan rápidamente y han destruído pueblos enteros.
Desde la semana pasada, decenas de miles de hectáreas de pasturas han sido carbonizadas y los incendios han forzado a cientos de personas a evacuar sus áreas en Oklahoma, Texas, y Nuevo México.
Entre tanto, el gobernador de California Arnold Schwarzenegger ha declarado estado de emergencia en siete condados, tras varios días de fuertes lluvias.
Tormentas ininterrumpidas en la costa pacífica han causado inundaciones, deslaves y han forzado a la evacuación de la región.
Los meteorólogos dicen que las fuertes lluvias se trasladan hacia el sur de California, donde las autoridades han emitido una advertencia de inundaciones y deslaves.