Por lo menos 30 personas murieron y 20 resultaron heridas cuando un atacante suicida detonó su carga de explosivos en un autobús, este jueves, en Bagdad.
La escalada de violencia surge una semana antes de las elecciones parlamentarias en Iraq.
Según testigos, el atacante abordó la unidad poco antes de partir hacia Nasiriyah, una ciudad chiíta ubicada unos 320 kilómetros al sur de Bagdad.
Por otra parte, un soldado estadounidense fue muerto cuando su convoy chocó contra una bomba en una carretera en el este de la capital iraquí.
Entretanto, la red televisiva árabe al-Jazeera informa que insurgentes que tienen en su poder a cuatro rehenes occidentales extendieron hasta el sábado el plazo para asesinarlos, a menos que sean liberados todos los presos iraquíes.