Legisladores estadounidenses conservadores y liberales están tomando posiciones para una batalla por la más reciente nominación del presidente Bush a la Suprema Corte.
Los conservadores saludaron la nominación del juez Samuel Alito, quien ha sido magistrado de la corte federal de apelaciones por los últimos 15 años.
Pero muchos demócratas criticaron la nominación, diciendo que Bush ignoró su llamado a elegir a un moderado y, en su lugar, buscó agradar a sus partidarios conservadores.
Los expertos creen que habrá una intensa lucha, durante el proceso de confirmación en el Senado de Estados Unidos, particularmente porque el juez Alito sería un voto decisivo en asuntos tan contenciosos como el aborto o la pena de muerte.
Los demócratas, quienes son minoría en el Senado, tal vez utilicen una táctica parlamentaria para demorar la votación, para tratar de poner fin a la nominación, al bloquear una votación final, mediante un debate incesante.