Miles de víctimas del huracán Katrina están siendo evacuadas de Nueva Orleáns mientras la caótica ciudad devastada por las inundaciones y los refugiados continúan sus urgentes súplicas por alimentos y agua.
El presidente Bush, al abandonar la Casa Blanca esta mañana para efectuar una gira por Nueva Orleáns y otras áreas del Golfo de México que resultaron afectadas dijo que toneladas de alimentos y agua van en camino.
El mandatario calificó como “inaceptable” la respuesta de las autoridades al desastre.
Decenas de miles de personas se encontraban en el centro de convenciones de Nueva Orleáns y en el estadio deportivo Superdome para refugiarse de la tormenta y las inundaciones.
Las condiciones sanitarias se deterioraron rápidamente en los recintos. Durante una entrevista radial esta mañana, el alcalde de Nueva Orleáns Ray Nagin descargó su ira ante lo que él calificó de la inadecuada respuesta del gobierno al desastre.
El líder municipal efectuó un urgente llamado a reforzar la ayuda. Muchos refugiados dijeron que desde el lunes carecen de alimentos, agua y medicinas.
Doce mil refugiados fueron trasladados en autobús del Superdome de Nueva Orleans hasta el Astrodome de Houston, en Texas, que ahora está repleto de gente.
Ahora los refugiados están siendo enviados a otros sitios.
Grandes incendios han devastado Nueva Orleáns y los saqueos e informes de violencia por parte de refugiados armados continúa.
Cadáveres de ancianos que murieron durante las inundaciones se encuentran expuestos en la vía pública.