El presidente Bush pidió paciencia a los estadounidenses con lo que llamó el difícil y peligroso trabajo en Iraq, y reiteró su rechazo a un cronograma para la retirada de las tropas.
En un discurso pronunciado en una de las más grandes bases militares del país en Fort Bragg, Carolina del Norte, Bush dijo que los sacrificios en Iraq valen la pena y que son necesarios para la futura seguridad de Estados Unidos.
Bush dijo que fijar un cronograma artificial para la retirada de las tropas estadounidenses sería un grave error. El mandatario también dijo que no hay planes para enviar más soldados estadounidenses a Iraq. Bush indicó que Iraq es un campo de batalla central en la guerra mundial contra el terrorismo.
El gobernante indicó que la única forma de que los enemigos de Estados Unidos pueden tener éxito es si los estadounidenses olvidan las lecciones de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y si el futuro del Medio Oriente queda en manos de hombres como Osama bin Laden, el líder de al-Qaeda.
El discurso marcó el primer aniversario de la transferencia de soberanía en Iraq por parte de Estados Unidos y tuvo lugar cuando el apoyo de los estadounidenses a los esfuerzos militares en Iraq está decayendo, según sondeos de opinión.