El Papa Benedicto XVI censuró el matrimonio entre personas del mismo sexo y reafirmó la oposición de la Iglesia Católica al aborto.
En la Catedral San Juan en Roma, el Pontífice calificó a los matrimonios gay de “pseudo matrimonios” y dijo que dichas uniones homosexuales amenazan el futuro de la familia.
El Santo Padre también condenó el control artificial de la natalidad y expresó la oposición de la iglesia al aborto.
En 2003, el entonces cardenal Joseph Ratzinger encabezó una campaña del Vaticano contra la uniones homosexuales.
El Vaticano define al matrimonio como una unión divina entre un hombre y otra mujer.