La Fuerza Aérea de Estados Unidos envió 15 aviones caza Nighthawk y 250 pilotos a Corea del Sur.
Los jets F-117-A comenzaron a volar a la península coreana esta semana desde una base militar en el estado de Nuevo México.
El Pentágono dio a conocer que el emplazamiento de este tipo de aeronaves, capaces de burlar los radares enemigos, es rutinario, y que no tiene que ver con las cada vez mayores tensiones con Corea del Norte en relación a una potencial prueba de armas nucleares.
Un boletín de prensa de la Fuerza Aérea indica que el “emplazamiento es parte de las continuas medidas por mantener una creíble postura y presencia disuasivas en la región”.
El año pasado, unos 24 aviones de este tipo y 300 pilotos fueron emplazados a la Base Aérea Kunsan en Corea del Sur.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos no reveló donde será enviado este nuevo contingente.