La policía boliviana dispersó con gas lacrimógeno a decenas de miles de manifestantes que marcharon por las calles de La Paz, sede del gobierno, para exigir la nacionalización de la industria petrolera.
Se informó de seis heridos en los enfrentamientos del martes, ocurridos cuando los manifestantes llegaron al centro de La Paz y aislaron la ciudad del resto del país con el cierre de carreteras.
Las manifestaciones tuvieron lugar una semana después que se promulgara un proyecto que aumenta los impuestos a las compañías extranjeras.
La medida fija un 32% de impuesto a las compañías extranjeras sobre el 18% por regalías que ya pagan.