Los cardenales de la iglesia católica se encuentran a puertas cerradas en la Capilla Sixtina en un cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo Segundo.
Los 115 cardenales entraron a la capilla en procesión formal y realizaron un breve servicio en el que juraron cumplir las reglas del cónclave, incluyendo la de silencio, y la de liderar la iglesia fielmente en caso de ser electo papa.
Cada cardenal colocó la mano sobre el Libro de Evangelios e individualmente reafirmó el juramento.
Horas antes, el cardenal Joseph Ratzinger, Decano del Colegio de Cardenales, exhortó a sus compañeros a defender las enseñanzas católicas tradicionales.
Los cardenales permanecerán aislados del mundo exterior hasta que un nuevo papa sea electo.