La esposa de Alan Gross, Judy Gross, dijo el martes estar preocupada porque Alan podría "hacer algo drástico" si permanece encarcelado.
El abogado del ex contratista estadounidense también mostró preocupación por la posibilidad de que Gross se quite la vida.
"Estoy muy preocupado porque Alan está más deprimido cada día", dijo el abogado Scott Gilbert. "Ambos gobiernos tienen que saber que Alan planea poner fin a su vida en su esfuerzo por poner fin a esta agonía", agregó.
Durante su estancia en la cárcel, Gross ha perdido más de 46 kilos de peso, está perdiendo la visión de su ojo derecho y empieza a tener problemas físicos en las caderas. En abril comenzó una huelga de hambre, pero la suspendió por petición de su madre, Evelyn Gross, quien falleció la semana pasada a los 92 años.
Alan Gross cumple una sentencia de 15 años en Cuba por importar tecnología para instalar redes de internet para la comunidad judía en La Habana, como parte de un programa de Washington para promover la democracia en la isla.
Gross fue arrestado en 2009 y sentenciado en 2011.
Judy Gross se encuentra en Cuba visitando a su marido, y desde allí pidió al presidente Obama que intente lograr su liberación.
"Si somos capaces de canjear a 5 miembros de los talibanes y llevar a casa a un soldado estadounidense (Bowe Bergdahl), seguro que podemos encontrar una ruta para llevar a casa a un ciudadano estadounidense en una prisión cubana", dijo.
