En Colombia unos 450 combatientes paramilitares de derecha renunciaron a las armas como parte de un acuerdo de desmovilización negociado con el gobierno.
Los paramilitares entregaron sus armas en un estadio de fútbol en el noroccidental pueblo de Turbo y pidieron que fueran aceptados en la sociedad colombiana. El negociador de paz colombiano, Luis Carlos Restrepo, presenció el acto.
Los paramilitares en cuestión eran parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, formadas hace décadas para combatir a los guerrilleros izquierdistas.
Ambas partes tienen vínculos con traficantes de cocaína colombianos y controlan gran parte del área rural de Colombia.
El presidente Álvaro Uribe ha tratado de recuperar el control de su país impulsando las fuerzas de seguridad, a menudo con la asistencia de Estados Unidos.