Las escuelas en el sureño poblado ruso de Béslan abrieron por primera vez sus puertas desde el ataque a una escuela hace dos semanas en el que perecieron cientos de personas, incluyendo una gran cantidad de niños.
Varones usando trajes y niñas con vestidos y moños blancos en el cabello formaron fila frente a las fuerzas de seguridad para entrar a los edificios escolares.
Solo un pequeño número de estudiantes registrados asistió, y muchos estaban acompañados por sus padres.
El día escolar comenzó con un momento de silencio por las víctimas del incidente que duró tres días a partir del primero de septiembre cuando extremistas fuertemente armados tomaron la escuela número uno de Béslan.
Algunos de los estudiantes mayores visitaron este miércoles las ruinas de la escuela. Sobre vivientes del ataque aun se están recuperando.