Los restos mortales de un rehén surcoreano decapitado por militantes iraquíes llegarán a su país mañana sábado, mientras la policía de Seúl protege a la comunidad musulmana local contra cualquier reacción violenta que pueda suscitar la muerte del hombre.
Funcionarios dijeron que el cadáver de Kim Sun-il será transportado de Kuwait al aeropuerto de Incheón cerca de Seúl. La agencia de noticias Yonhap de Corea del Sur citó a un familiar de Kim, quien informó que se celebrará un funeral tradicional de tres días.
Entretanto, la policía en Seúl vigila la principal mezquita de la ciudad tras recibir llamadas anónimas que anunciaban que la harían explotar. Policías antimotines custodiaron a los musulmanes mientras asistían a las oraciones del viernes.
Funcionarios de Corea del Sur tratan de determinar si se hubiera podido hacer más para prevenir el asesinato de Kim. El presidente Roh Moo-hyun ordenó una investigación de la forma cómo el gobierno manejó el secuestro.