Los abogados del soldados acusados de desertar de su unidad en Irak dijo que el rechazó el servicio para evitar tener que cumplir órdenes de abusar de prisioneros iraquíes.
Los defensores del sargento Camilo Mejía dijeron el miércoles ante el juez de la Corte Marcial, que la unidad de su cliente tenía ordenes de golpear en la pared de la prisión con pesados martillos y martillar sus armas cerca de la cabeza de los detenidos.
También dijeron que las tácticas estaban destinadas a no dejar dormir a los prisioneros violando las leyes estadounidenses e internacionales.
Uno de los abogados, Ramsey Clark criticó los cargos y dijo que su cliente sólo había tratado de eludir los abusos vistos en la prisión de Abu Ghraib en Bagdad.
El sargento Mejía enfrenta cargos por no presentarse en unidad de la Guardia Nacional en Florida después de dos semanas de su salida. Si es condenado pasará un año en prisión y será degradado por mala conducta.