Los filipinos asistirán a votar por un nuevo presidente, cuando todo parece indicar que la victoria le volverá a corresponder a la actual mandataria Gloria Arroyo, frente a otros cuatro candidatos que desafían su continuidad.
El conteo oficial de los votos no será conocido por algunas semanas, pero encuestas independientes serán conocidas el martes.
Este lunes se informó sobre una alta concurrencia de votantes y estudio de prevotación indicaban que Arroyo tenía la delantera en las preferencias.
Por lo menos 20 personas habían muerto en actos de violencia vinculados con las elecciones durante la votación, en medio de múltiples acusaciones de fraude, en un país que cuenta con 43 millones de votantes habilitados para elegir al presidente, vicepresidente y a los miembros del Congreso.
Algunas autoridades locales y provinciales también serán elegidas en los comicios.
La presente será la tercera elección presidente en las Filipinas, desde que el dictador Ferdinand Marcos fue depuesto en 1986 después de largo tiempo en el poder.
La victoria podrían darle a Arroyo su primer mandato real para lidear el país. Ella reemplazó al ex presidente Joseph Estrada quien debió abandonar el cargo en mitad de su mandato en 2001 acusado de corrupción.