Gobiernos de la Unión Europea condenaron el asesinato israelí del líder espiritual de Hamás, jeque Ahmed Yassin.
El secretario de Relaciones Exteriores britànico, Jack Straw, calificó el homicidio de “inaceptable e injustificado”, mientras que el jefe de polìtica extranjera de la Unión Europea, Javier Solana, y el canciller francés dijeron que fue “un revés" para el proceso de paz del Medio Oriente.
Un vocero del Departamento de Estado en Washington instó a Israel y a los palestinos a mantener la calma.
En el Medio Oriente, Irán, Kuwait y Jordania denunciaron enfáticamente el asesinato del líder de Hamás.
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak lo llamó el hecho de “lamentable y cobarde”, y retiró a su país de las celebraciones en conmemoración de la firma de un acuerdo de paz con Israel.