Los precios del petróleo en Estados Unidos se elevaron el miércoles a nuevos máximos en un año, por encima de los 38 dólares por barril, mientras una caída de los ya ajustados inventarios de gasolina acrecentaba los temores de una crisis mundial de abastecimiento.
El precio a futuro del crudo liviano estadounidense subió 72 centavos, a 38,20 el barril, a las 1615 GMT, el nivel más alto desde poco antes de la invasión a Irak el año pasado.
El crudo Brent de Londres subía 64 centavos a 33,32 dólares el barril.
Los precios se dispararon después de que el último informe de la Administración de Información de Energía del gobierno estadounidense mostrara una caída de 800.000 barriles en las reservas de gasolina, a 199,6 millones de barriles.
El nivel de abastecimiento de gasolina en Estados Unidos está actualmente un cinco por ciento por debajo del promedio de los cinco años pasados, lo que desató el temor de que las refinerías tengan que competir por asegurar la provisión oportuna para atender el esperado aumento de la demanda en la temporada del verano boreal.