Ataques con bombas coordinados estremecieron multitudes que se habían reunido para ceremonias religiosas en los principales templos chiitas en Bagdad y en la ciudad santa de Karbala.
Las autoridades militares estadounidenses dijeron que al menos 143 personas murieron en explosiones causadas por atacantes suicidas, artefactos activados a control remoto y fuego de mortero.
Las explosiones ocurrieron con pocos minutos de diferencia entre sí, en las ocho ceremonias en conmemoración de Ashura, uno de los más solemnes días de los musulmanes chiitas.
Más de un millón de personas participaron en torno al tempo del Imam Hussein y la mezquita de Abbas en Karbala, donde hubo al menos cinco explosiones.
En Bagdad, hubo al menos cuatro explosiones cerca de un templo chiita.