El primer ministro australiano, John Howard, ordenó una investigación independiente sobre las armas de destrucción masiva que poseía Iraq antes de la guerra.
La determinación fue tomada hoy, poco después de que una comisión parlamentaria aclaró que el gobierno de Australia exageró deliberadamente el peligro que existía antes del conflicto armado, pero señaló que los servicios de inteligencia podrían haber puesto demasiado énfasis en evidencias sobre las armas prohibidas iraquíes.
La comisión determinó que se efectúe una indagación independiente acerca del desempeño de las agencias de inteligencia.
Howard, fiel aliado de presidente George Bush, envió dos mil soldados a Iraq para combatir junto a las fuerzas británicas y estadounidenses.
No se han encontrado depósitos de armas proscritas en Iraq desde que terminó la guerra.