El servicio de guardacostas estadounidense no debe rechazar a todos los haitianos que huyen de la creciente violencia en Haití e intentan llegar a las costas de Estados Unidos, dijo Human Rights Watch en un comunicado de prensa emitido después de las declaraciones del presidente George Bush al respecto.
Según la organización defensora de los derechos humanos, Estados Unidos está obligado por la Convención de Refugiados de 1951 y otras leyes internacionales relevantes, a no devolver migrantes a un lugar donde su vida o su libertad corren riesgo.
“La política de Bush debe respetar los compromisos adquiridos por Estados Unidos hacia personas que huyen de la persecución”, declaró Alison Parker, investigadora principal del programa de Estados Unidos en esa organización.
“Estados Unidos debe responder de forma humanitaria a la difícil situación de los migrantes haitianos”, continuó Parker. “No debe devolver a los haitianos que merezcan el asilo.”