El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, descartó la realización de negociaciones para un intercambio de prisioneros con los rebeldes armados de su país que mantienen decenas de rehenes.
En una visita a la sede de la Unión Europea, Uribe dijo que los rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia eran "buenos ciudadanos" que no pueden ser canjeados por los guerrilleros presos, a quienes calificó de "terroristas".
Los comentarios fueron la más clara objeción que haya hecho Uribe hasta la fecha sobre el intercambio de prisioneros, que exigen las FARC y que por lo general ha sido respaldado por los funcionarios europeos.