El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, prometió recuperar la seguridad y desalojar a la guerrilla de una amplia zona del sur del país, fronteriza con Ecuador, después de que un ataque de rebeldes a un pueblo de la región dejó dos muertos y 30 casas destruidas.
El mandatario dijo a los periodistas el domingo que es una tarea que toma tiempo, pero agregó que con persistencia, le va a devolver plenamente la paz al departamento de Nariño.
Uribe viajó a Pasto, la capital departamental, al día siguiente de que rebeldes de las FARC asaltaron con misiles de fabricación casera --cilindros de gas repletos de explosivos-- el pueblo de La Llanada.
En el ataque murieron un civil, un policía y 30 casas quedaron completamente destruídas.