El presidente Bush renovó las sanciones económicas impuestas a Libia hace 18 años, y dijo que para removerlas debe verificarse la promesa de Trípoli de desmantelar los programas de armas de destrucción masiva.
En una declaración emitida el lunes, Bush expresó que Libia dió lo que calificó de un paso “muy bien recibido” cuando el mes pasado acordó eliminar sus programas de armas químicas y nucleares.
Dijo también que Estados Unidos está preparado para reconocer lo que llamó el “progreso” de Libia, siempre y cuando Trípoli tome pasos "tangibles" hacia la solución de las inquietudes internacionales.
Luego de meses de negociaciones secretas, según revelaron funcionarios estadounidenses y británicos, Libya reconoció el mes pasado que tiene programas de armas de destrucción masiva.
A partir de entonces, Trípoli ha permitido el ingreso de inspectores internacionales a sus instalaciones secretas.