Un juez en el estado de Ohio impuso una multa de 10 mil dólares a la Arquidióceis de la Iglesia Católica de Cincinnati por no haber reportado a las autoridades sobre sacerdotes que presuntamente cometieron abusos sexuales.
El arzobispo Daniel Pilarczyk, en nombre de la Arquidiócesis, no admitió culpabilidad, pero al mismo tiempo recurrió a derecho de no presentar querella en el caso.
La Fiscalía acusó a la Aquidiócesis de no haber informado a las autoridades sobre cargos que fueron formulados contra sus clérigos entre 1978 y 1982.
La Arquidiócesis también acordó establecer un fondo de tres millones de dólares para compensar a las personas que créen haber sido sexualmente abusadas por sus ministros.