Un militante indonesio acusado de dirigir el grupo terrorista regional Jemaah Islamiyah fue llevado enjuiciado bajo cargos de que ocultó a un sospechoso clave de las explosiones fatales ocurridas el año pasado en la isla de Bali.
Los fiscales alegan que Abu Rusdan ayudó a esconder a Ali Gufron, también conocido como Mukhlas, poco después de las explosiones de octubre de 2002.
Mukhlas recibió la pena capital por su participación en la colocación de las bombas que causaron la muerte a 202 personas. Rusdan niega haber cometido delito.
Él no ha sido acusado de pertenecer al liderazgo de Jemaah Islamiyah, no obstante, las autoridades indican que reemplazó a Abu Bakar Bashir como jefe del grupo.
Bashir fue sentenciado a cuatro años de cárcel a comienzos de este año por traición de lesa patria.