Familiares de algunas de las víctimas del avión comercial estadounidense derribado en 1988 sobre Lockerbie, Escocia, dijeron que el nuevo acuerdo de avenencia con funcionarios libios debe ser solo el primer paso hacia la renuncia de Libia al terrorismo.
Funcionarios libios y abogados de las familias de las personas que perecieron en la explosión que destruyó el vuelo 103 de PANAM firmaron ayer un pacto por dos mil 700 millones de dólares en Londres, Inglaterra.
El padre de una de las víctimas, reverendo John Mosey, dijo que el convenio ayudará a Libia a retornar a la sociedad normal.
Sin embargo, expresó preocupación de que el acuerdo podría distraer el llamado para una investigación sobre presuntas fallas de seguridad antes del atentado, en el que perecieron 270 personas.