La presidenta de las Filipinas, Gloria Arroyo, dijo que la amenaza de un motín militar contra su gobierno aún existe, a pesar de la fracasada rebelión de soldados el domingo.
Arroyo dijo que la conspiración para derrocarla está siendo detenida y pronto estará bajo control.
La mandataria indicó que hay varias personas dentro y fuera del gobierno que están involucradas en la conspiración.
Asesores presidenciales han atribuído la fracasada revuelta a partidarios del ex presidente Joseph Estrada.