El embajador saudita en Estados Unidos, príncipe Bandar bin Sultan, rechazó un informe del Congreso estadounidense que cita una posible vinculación entre el gobierno saudita y los secuestradores del 11 de septiembre.
El diplomático saudita dijo que la idea de que Riyadh dio fondos, organizó y sabía en anticipación sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001 es maliciosa y totalmente falsa.
Quince de los 19 secuestradores involucrados en los ataques eran de nacionalidad saudita.
El informe del Congreso dado a conocer el jueves dice que dos de los secuestradores recibieron ayuda financiera en 2000 de parte de un estudiante con vínculos al consulado saudita en Los Angeles.
El documento también cita a un importante funcionario estadounidense según el cual los ataques pudieran haber sido impedidos con mayor cooperación saudita.