Veintiocho delfines que fueron capturados cerca de las islas Salomón fueron llebados a Cancún, México, en una medida que indignó a los ecologistas.
Los delfines arribaron a el centro turístico mexicano el martes y luego fueron llebados al parque Nizuc, un parque de diverciones acuático que invita a los turistas a nadar con los mamíferos marinos.
Defensores de los derechos de los aminales y ecologistas se opusieron al translado explicando que los mamíferos podían infectar con nuevas enfermedades a las especies de delfines locales y a otros animales marinos.
Australia instó a México a que impidiera el traslado de los delfines a Cancún, asegurando que violaba el tratado que prohíbe comercializar mamíferos.
México se negó indicando que el parque Niczu tenía los permisos apropiados para comprar a los mamíferos.