Un emisario de Naciones Unidas para los derechos humanos que salió de Myanmar después que encontró un aparato de espionaje en una habitación, solicitó al gobierno militar que libere inmediatamente a todos los presos políticos.
Paulo Sergio Pinheiro dijo a periodistas en Tailandia que la liberación de los presos políticos ayudará a restaurar la confianza entre el gobierno militar de Myanmar y la comunidad internacional.
Pinheiro agregó que mil 300 disidentes políticos continúan tras las rejas en Myanmar.