Algunos líderes del Congreso de Estados Unidos apoyaron --mientras otros criticaron-- la forma en que el presidente Bush maneja la crisis en Iraq, expresando apoyo --y en otros casos temor y preocupación-- ante el uso de la fuerza militar para desarmar a ese país.
Sin embargo, a pesar de algunas diferencias en relación al tema, los legisladores prometieron apoyar las fuerzas estadounidenses.
Los principales demócratas criticaron al presidente por no formar una coalición amplia contra el presidente iraquí Saddam Hussein. El líder demócrata del Senado, Tom Daschle, dijo que le entristece lo que llamó el “fracaso de Bush en lograr el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU”.
El senador Bob Graham, un demócrata de Florida, que busca la nominación de su partido para la elección presidencial de 2004, dijo que le preocupa que el comienzo de la guerra traiga una escalada de la actividad terrorista.
La mayoría de los republicanos expresó apoyo a Bush. El líder republicano en el Senado, Bill Frist, dijo que el presidente mostró gran paciencia y dio a la diplomacia la oportunidad de funcionar. Pero agregó que llegó el tiempo de actuar.
La mayoría de los legisladores, incluyendo la mayorñia de los demócratas, aprobaron una resolución hace 5 meses en la que se autoriza al presidente Bush a ir a la guerra contra Iraq con o sin aprobación de la ONU.