El presidente George Bush dio al líder iraquí Saddam Hussein, y sus hijos, 48 horas para que salgan del país o iniciará una campaña militar, como dijo el presidente, “en el momento que Estados Unidos lo decida”.
En comentarios cuya intención es que fueran traducidos para la audiencia iraquí, Bush dijo que “el tirano se irá pronto y el día de la liberación está cerca”.
El mandatario aconsejó a todos los extranjeros en Iraq que salgan inmediatamente del país y advirtió que soldados iraquíes que intenten actos de sabotaje serán perseguidos como criminales de guerra.
Bush agregó que Naciones Unidas no cumplió sus responsabilidades y que el uso de la fuerza está autorizado bajo previas resoluciones del Consejo de Seguridad.