El gobierno de Filipinas reaccionó airadamente a la decisión de Australia y Canadá de cerrar indefinidamente sus sedes diplomáticas por temor a posibles ataques terroristas.
Funcionarios filipinos dijeron hoy que la decisión de ambas naciones fue como dejarle, y citamos, un ojo negro a Filipinas y que no se corresponden a las acciones de países amigos.
Las autoridades filipinas agregaron que ni Australia ni Canadá les advirtieron del cierre y no compartieron con ellos sus datos de inteligencia sobre las amanazas terroristas.
La Unión Europea también cerró sus oficinas en Manila.