El presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, recibió una fría acogida en la cumbre de la OTAN, en Praga, donde asistió a pesar de que todos los organizadores le advirtieron que no sería bien recibido, debido especialmente al señalamiento de Estados Unidos de que aprobó la venta ilegal de radares a Irak.
Durante una conferencia de prensa este viernes, el secretario general de la OTAN, George Robertson, confirmó que el presidente Kuchma solo asistió a una cena de la cumbre y una reunión.
En el banquete las autoridades utilizaron nombres de los países en idioma francés para colocar los asientos por orden alfabético, y mantener al presidente Kuchma lejos de donde serán colocadas las autoridades estadounidenses y británicas.