Los aliados de la OTAN acordaron tomar lo que calificaron de “acción efectiva” para respaldar las gestiones de las Naciones Unidas para lograr que Iraq deponga sus armas de destrucción masiva.
La declaración, adopada en la cumbre de la alianza en Praga, deplora la negativa de Iraq a cumplir con todas las obligaciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Agrega que los aliados de la OTAN están unidos en su compromiso para tomar una acción efectiva para asegurar el total e inmediato cumplimiento iraquí.
La declaración hace notar que el Consejo de Seguridad advirtió a Iraq que enfrentará serias consecuencias como resultado de sus continuas violaciones de sus obligaciones.