En medio de medidas de seguridad sin precedentes, los estadounidenses celebraron ayer su primer día de la independencia posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre, que se vió empañado por un tiroteo en el Aeropuerto Internacional de Los Angeles.
Un egipcio, armado con dos poderosas pistolas, dio muerte a dos personas en el aeropuerto angelino, antes de que fuera ultimado por un agente de seguridad de la aerolínea israelí El Al.
El FBI indicó que no ha calificado el ataque como un acto terrorista. Las autoridades identificaron al atacante como Hesham Mohammad Hadayet, de 41 años, un residente legal de Estados Unidos nacido en Egipto.