La embajadora de Estados Unidos en Colombia, Anne Patterson, informó ayer que respalda la apelación del presidente Andrés Pastrana para que una comisión de las Naciones Unidas investigue el ataque con explosivos a una iglesia, ocurrido la semana pasada, que dejó más de cien civiles muertos.
Los rebeldes de las FARC se adjudicaron la responsabilidad del incidente que tuvo lugar en el departamento de Chocó. Un proyectil de mortero de fabricación casera, impactó una iglesia en Bojayá, donde cientos de civiles se habían refugiado de los enfrentamientos.
El primer mandatario colombiano calificó los asesinatos como actos de terrorismo, y el grupo activista Human Rights Watch también condenó el ataque.