Estados Unidos renunció al involucramiento en un tratado para crear la primera corte internacional del mundo y un tribunal de crímenes de guerra permanente.
El enviado especial estadounidense Pierre Richard-Prosper explicó la decisión este lunes, argumentando que el tratado tiene fallas.
La renuncia significa que Estados Undos no reconocerá la jurisdicción de una futura corte internacional, y no se someterá a sus órdenes.
El ex presidente Clinton firmó el pacto en 1998, pero nunca se pidió al Senado estadounidense que los ratificara. Funcionarios de la administración Bush expresaron preocupación de que el tratado haría que los estadounidenses estén sujetos a enjuiciamientos frívolos o motivados por razones políticas.