La multitud gritaba “debería darles vergüenza, no entren” durante la inauguración de una controversial exhibición en el nuevo museo judío, ayer en la ciudad de Nueva York.
Unos cien sobrevivientes del Holocausto, líderes religiosos y otros manifestantes, se colocaron tras barricadas para protestar contra la exhibición, que en su opinión resta importancia al horror del holocausto.
Titulada “Reflejando el Mal: Imágenes Nazis - Arte Reciente”, la muestra incluye el auto retrato de un artista con una coca-cola dietética insertada en una fotografía de prisioneros de campos de concentración y una caja de juego infantil de Legos con la gráfica de un campo de concentración en su tapa.
Los organizadores de la muestra admiten que los mensajes son provocativos, pero que los 13 artistas participantes--de ocho países--estimulan el análisis de las atrocidades del holocausto.