Un alto funcionario de finanzas de la red al-Qaida se rindió voluntariamente en una base en Kandahar, en el sur de Afganistán.
Informes provenientes de la región sostienen que el individuo “apareció” literalmente el martes en el portón principal de la base. Funcionarios de inteligencia de Estados Unidos lo interrogan, respecto a temas relacionados con la agrupación.
En Kabul, una delegación estadounidense encabezada por el senador Tom Daschle se reunió con el primer ministro interino, Hamid Karzai, y dijo posteriormente que Estados Unidos necesita permanecer en Afganistán por largo tiempo.
Daschle indicó que Estados Unidos debería ayudar a reconstruir el país y trabajar con su gente para restablecer la calidad de vida y el gobierno que con tanto ahinco han luchado por establecer.
El Banco Mundial afirmó esta semana que la reconstrucción de Afganistán costará unos 15 mil millones de dólares y demorará por lo menos 10 años.